La pandemia en principio afecta a todos los individuos que habitan éste planeta, pero hay diversas personalidades y nosotros hoy nos vamos a ocupar de dividirlas en dos : extrovertidos e introvertidos. Los primeros acostumbran a tener más vinculación con el mundo exterior, más necesidad de conversación y mas interacción humana. Los introvertidos son personas que aún disfrutando del vínculo con otras personas tienen un vínculo más arraigado consigo mismo y por ende más vinculación con su mundo interno.
Muchas actividades fueron cortadas abruptamente por la pandemia y las personalidades tuvieron que sufrir un gran shock y encontrar modos de enfrentarse a una nueva vida, con menor contacto humano, más teletrabajo sumado en muchos casos a la convivencia con los niños de forma más prolongada. En ambos casos la vida se transformó y uno de los síntomas más comunes fue la ansiedad, que está muy ligada a la acción apresurada o a la falta de actividad.
Los extrovertidos sufren más el aislamiento y los introvertidos sufren en menor escala, pero ambos están expuestos a ataques de pánico, angustias que ahora tienen mas espacio y tiempo de aparecer junto con la ansiedad. Es un momento dónde es difícil para ambos perfiles escapar de su mundo interno con lo cual es una gran oportunidad para resolver lo que emerge y encontrar nuevas herramientas que ayuden a mantener el equilibrio en ésta nueva realidad que propone el mundo ante una realidad superior, la pandemia, que nos deja con cierta impotencia y exige espera. Lo que hagamos en esa espera para sentirnos mejor depende de cada uno de nosotros.
Lic. Jesica Tchukran